Espinacas con garbanzos es una de mis recetas favoritas. Es muy fácil y rápida de hacer. Como yo digo, se tarda más en preparar los ingredientes que en elaborar la receta. Para esto necesitas poquísimos ingredientes. Las espinacas con garbanzos es un guiso tradicional andaluz, más bien sevillano. En Sevilla la tapa de las espinacas con garbanzos es una de las más conocidas y de las más solicitadas en los bares y restaurantes.
Las espinacas con garbanzos además de ser un guiso muy rico, es apto para todo tipo de consumidores ya que es un guiso vegetariano. Esta mezcla de legumbres y verduras aparte de dar un sabor muy rico al guiso, aportan muchísimos beneficios. Tanto las espinacas como los garbanzos aportan vitaminas, minerales, proteínas, fibra, hidrato de carbono, grasa y azúcares.
Existen muchísimas recetas de espinacas con garbanzos. En cada casa se prepara de una manera distinta y personal, pero al final muy parecida. Yo aprendí la receta de la mano de mi suegra. Es verdad que, aunque la receta es muy fácil de elaborar a mí me costó mucho tiempo llegar a darle mi toque personal. A día de hoy sería capaz de elaborarla con los ojos cerrados.
Si te dejas guiar por mi te prometo que te va a salir buenísima.
Necesitas:
- 2 bolsas de espinacas frescas
- Un bote pequeño de garbanzos cocidos
- 4 dientes de ajo
- Una rebanada de pan de panadería (la mía equivale a 50 gr de pan)
- Aceite de oliva
- Pimentón dulce
- Sal gorda
- tiempo de elaboración de 20 a 30 minutos
- para 4 comensales
Elaboración:
- Primero coges una olla (yo uso una de 4L) y le echas agua hasta por la mitad o un poco más. La cuestión es que no la llenes de agua porque luego reboza durante el hervor.
- Pones la olla con el agua a fuego alto.
- Mientras se calienta el agua coges las espinacas frescas y las enjuagas un poquito de bajo del grifo, aunque la mayoría vienen ya lavadas.
- Una vez que el agua empieza a hervir bajas el fuego a fuego medio y añades poquito a poco las espinacas. Al mismo tiempo vas removiendo para incorporar bien las espinacas en el agua. Y así sin parar hasta incorporarlas todas. No tardaran mucho en perder cuerpo, de echo veras como las dos bolsas de espinacas frescas se te quedaran en muy poquita cantidad.
- Una vez incorporadas todas las espinacas tienes que esperar a que hierba el agua de nuevo. Desde que empieza a hervir cuentas 5 minutos y luego apagas el fuego.
OJO con tirar el agua de las espinacas. No se te ocurra hacerlo ya que ahí está el mejor sabor de las espinacas.
- Coges un bol u otra olla y ahí escurres el agua de las espinacas con la ayuda de un escurridor y guardas esa agua para después.
CUIDADO CON QUEMARSE. Tanto la olla como el agua tienen una temperatura bastante elevada. Te servirán de ayuda los guantes y los paños de cocina.
- Mientras dejas que se escurran las espinacas ya cocidas pones a fuego medio la misma olla donde se cocieron.
- Echas aceite de oliva, tanta cantidad como para cubrir el fondo de la olla, pero no demasiado.
- Añades los dientes de ajo (cortados por la mitad a lo largo) junto con el pan y esperas a que se pongan doraditos. Les vas dando vueltas, pendiente de que no se quemen. Una vez que hayan cogido color sacas los ajos y el pan y los echas en el vaso de la batidora.
Apagas el fuego para preparar la mezcla de ajos, pan y agua.
- En el vaso de la batidora encima de los ajos y el pan sofritos de antes echas un vasito del agua de las espinacas. Lo trituras bien y si se te queda muy espeso añades un poco más de esa agua hasta que se quede un poquito más líquido.
- Con la olla a fuego bajo vas echando las espinacas en el aceite que ha quedado después de sofreír los ajos y el pan, poquito a poco y removiendo para que no salpique ya que el aceite estará caliente.
Si hace falta retiras la olla del fuego para incorporar todas las espinacas y, una vez hecho, vuelves a poner la olla al fuego.
- Cuando se haya consumido toda el agua que soltaron las espinacas añades una cucharadita de pimentón dulce y vas moviendo hasta que se incorpore bien.
No dejes que se queme ya que el pimentón, una vez frito, amarga.
- Añades los garbanzos cocidos enjuagados y escurridos, incorporas lo triturado, echas sal gorda por encima, al gusto, y vas removiendo.
- Echas el agua de las espinacas, que tenías guardada, hasta cubrir.
- Pones el fuego medio hasta que empiece a hervir.
- Al primer hervor bajas el fuego al mínimo hasta el final de la cocción.
- Vas removiendo de vez en cuando para que no se pegue, ya que el agua se evapora muy rápido.
- En pocos minutos cuando veas que ha bajado el agua y se haya espesado el guiso añades un poco más de sal gorda por encima, lo mueves, apagas el fuego, apartas la olla para que no siga cogiendo calor y la tapas.
- Dejas reposar de 10 a 15 minutos y ya lo puedes servir.
Mientras reposan las espinacas con garbanzos, yo preparo unos huevos fritos. En mi casa es con lo que siempre acompañamos este guiso. Creo que no hay nada más rico que unas espinacas con garbanzos con huevo frito.
(podéis sustituir el huevo frito por un huevo a la plancha, estará igual de sabroso)
Como habéis visto las espinacas con garbanzos es un plato muy fácil de elaborar. Con pocos ingredientes tienes una comida rica y que siempre te saca de apuros.
- Hay quienes prefieren las espinacas cocidas de bote en vez de las espinacas frescas. Así es como me enseñaron a mi esta receta, pero la verdad que desde que la probé con las frescas el sabor es incomparable. A quien le guste el sabor de las espinacas me entenderá.
- También hay quienes tiran el agua de la cocción de las espinacas y echan agua de grifo. Queda bien también. Yo lo he probado muchas veces, pero prefiero el agua de las espinacas. Dan un toque muy especial.
Espero que hayas disfrutado de esta receta y te agradecería que me dieras tu opinión. Me ayudaría muchísimo.
Buen provecho,
Bellamente.
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